Incidencia POT Bogotá

Incidencia en el Plan de Ordenamiento Territorial de Bogotá. (POT)

Durante el año 2018, la Fundación AVP para el Desarrollo Social en alianza con La Secretaría Distrital de la Mujer de Bogotá y El Concejo Consultivo de Mujeres de la ciudad de Bogotá, realizan un derecho de petición a la Secretaria Distrital de Planeación de Bogotá por no haber tenido en cuenta los puntos solicitados independientemente por las tres organizaciones para ser incluidos  para hacer un POT con enfoque de género y diferencial.

A raíz del Derecho de petición se abre un espacio de participación directa con La Secretaría de Planeación Distrital donde se discute todo el articulado del POT realizando cambios sustanciales para incluir el enfoque de género y diferencial en el POT.

Reuniones con la Secretaría de Planeación Distrital y sus técnicos.

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La propuesta para las mujeres en el POT

El Consejo Consultivo de las Mujeres, la Secretaría de la Mujer y la Fundación AVP, entre otras organizaciones, hicieron una serie de recomendaciones para que el proyecto sea más incluyente, ya que consideran que hay diferencias en la manera como habitan, usan y perciben el territorio.

El Plan de Ordenamiento Territorial se presentaría ante el Concejo en el segundo semestre de este año. / iStock
El Plan de Ordenamiento Territorial se presentaría ante el Concejo en el segundo semestre de este año. / iStock / OSTILL

El Distrito trabaja a toda marcha para radicar, a mediados de este año, el proyecto del Plan de Ordenamiento Territorial (POT) ante el Concejo. Actualmente socializa el documento con la población, durante discusiones que se vienen adelantando por UPZ. En ellas participan expertos y ciudadanos que han conformado mesas de diálogo directo con la Secretaría de Planeación para hacer ajustes.

En una de esas mesas tienen asiento el Consejo Consultivo de Mujeres de Bogotá, la Fundación AVP, el proyecto Voces de Mujeres por ciudades seguras y la Secretaría de la Mujer, que desde hace dos años vienen hablando de cómo el POT puede ser más incluyente, teniendo como premisa que hay diferencias en la forma como ambos géneros habitan, usan y perciben el territorio.

Marisol Dalmazzo, directora de la Fundación AVP para el Desarrollo, resalta que la meta es lograr que Bogotá sea más incluyente, sostenible y segura para las mujeres. “No planteamos que la ciudad sea completamente pensada para el género femenino. Lo que queremos es que se tenga en cuenta su rol social, que se reconozcan las desigualdades, en cuanto a la división sexual del trabajo, y se entienda que cada vez más las mujeres tienen la jefatura del hogar y varían las responsabilidades en las tareas domésticas y de cuidado de los menores”

Uno de los ejemplos que resaltan es la falta de mobiliario para mujeres que tienen personas bajo su cuidado, ya sean niños, en condición de discapacidad o adultos mayores. Además, según Dalmazzo, se encuentra que muchas de ellas no tienen la posibilidad de acceder a trabajos bien remunerados, porque faltan espacios en los que puedan confiar el cuidado de las personas bajo su custodia.

Esto sin contar la violencia hacia las mujeres en el espacio público. De acuerdo con cifras del DANE (2016), solo una de cada cinco se siente segura en la ciudad, mientras que la Secretaría de la Mujer reporta que el 84,2 % siente temor en el transporte público, los puentes peatonales y las calles. Estos datos son la base para pedir a las autoridades que den especial importancia a la necesidad de estudiar los factores alrededor de la inseguridad y a tomar medidas para mejorar la confianza de las mujeres.

Por último, resaltan la importancia de hacer la ciudad más compacta. El proyecto señala que las mujeres usan más el transporte público que los hombres y se demoran más tiempo en llegar a su trabajo, debido a que en la mayoría de los casos deben realizar tareas complementarias, como ir al mercado o a la escuela de los hijos. Por esta razón, proponen políticas pensadas en las mujeres, con el fin de facilitar su llegada a la vivienda en lugares de fácil acceso a los servicios de salud y educación.

“Es necesario identificar cómo viven las mujeres de las áreas rurales, cuál es su trabajo, cómo aportan a la economía y que equipamientos requieren. Es necesario escuchar sus voces y sus demandas”, dicta el documento que entregaron las organizaciones que abogan por las mujeres ante la Secretaría de Planeación.

A pesar de que la propuesta de inclusión para las mujeres dentro del nuevo POT no es nueva y fue presentada mucho antes de que el Distrito diera a conocer el documento final del Plan, las organizaciones dicen que, hasta donde conocen, ninguna fue tenida en cuenta en el actual borrador. Esto las llevó a que este año se volvieran a sentar en la mesa de discusión con el Distrito, para analizar todos sus planteamientos y solicitudes.

“Las reuniones se programaron entre el 1° y el 15 de febrero. La primera semana establecimos un glosario para definir los diferentes enfoques, ya que la información no puede estar discriminada. Tras aclarar los conceptos, definimos un plan de trabajo en el que hemos ido cuestionando cómo se aborda cada articulado”, señala Dalmazzo.

Su prioridad, por ahora, es que en la nueva hoja de ruta de la ciudad (que regirá al menos durante los próximos 15 años), se establezca de forma clara el compromiso con la inclusión de género y se garanticen las condiciones económicas, de tránsito y seguridad para las mujeres, todo enmarcado en las políticas públicas distritales.

Hoy insisten en su llamado, pues una vez termine la socialización del proyecto del POT (faltan UPZ de Kennedy, Bosa, Usme y San Cristóbal), la administración tendrá que hacer ajustes al documento antes de presentarlo ante el Consejo Territorial de Planeación Distrital.

Las organizaciones que promueven la inclusión de políticas para la mujer saben que el proceso no será el definitivo, pues tienen claro que luego de hacer las correcciones, este pasará por otros procesos de revisión. A pesar de ello, son optimistas y esperan que la lucha que adelantan desde hace dos años permita que por primera vez el tema de género sea tenido en cuenta en un Plan de Ordenamiento que regirá la ciudad.